23/9/07

Pinche día...

23/9/07

Tuve un día horrible.

Hoy fue la elección para representantes de las diferentes comisarías de Mérida. Hace dos semanas el Abogado Rivero nos invitó a participar en la elección como funcionarios de casilla, y como soy bien metiche, me inscribí y hoy fue el gran día.

Para empezar me levanté tardísimo. La cita era a las seis y media de la mañana porque a las siete llegarían a la Facultad las camionetas del ayuntamiento que nos llevarían a los pueblos donde habría elecciones. Salí de mi casa a las seis y veinte y, demonios, estaba lloviendo.

Iba en camino y de repente algo pasó con mi auto. Yo no sé de esas cosas, así que me detuve a ver qué diablos pasaba y vi que una llanta estaba ponchada. Como pude llegué a una gasolinera y le pedí ayuda a un muchacho. Este niño me dijo que sí y sacó la llanta de refacción... empezó a revisarla y me pidió que sacara la llave y el gato hidráulico. Los busqué, pero no había nada y el muchacho me dijo que él tampoco tenía, que si quería podía dejar el carro ahí hasta que mi papá pudiera ir por él.

Cuando estaba cerrando las puertas se me acercó el niño este y me dijo que ahí estaba una camioneta de la policía, que si quería podía pedirle ayuda a los oficiales. Llegaron tres policías y en diez minutos cambiaron la llanta y me fui bien contentita a la escuela porque para entonces ya había hablado con el Abogado Rivero y me dijo que no había problema, que podían esperarme.

Llegué a la Facultad a las siete en punto, pensando que ya estaría ahí el chofer, pero no... todavía tardó un buen. El caso es que salimos de la escuela hasta las ocho y media, e íbamos a un pueblo a una hora de distancia de Mérida.

En el camino el chofer nos dio el desayuno porque se suponía que la casilla debía abrirse a las nueve. El desayuno consistía de una hamburguesa fría y una manzana... abrí la hamburguesa para quitarle los pepinillos y vi que tenía un pelo... nada más me comí la manzana. Cuando llegamos al pueblo ese resultó que la escuela donde se iba a colocar la casilla estaba cerrada y no había nadie que pudiera abrir.

Fuimos a buscar al comisario y el tipo salió a la puerta con cara de crudo, sin camisa y con el almohadazo mal pedo. Nos dijo que él ni sabía que iba a haber elecciones y no podía autorizarnos a romper los candados, así que nada más nos dio el número telefónico de la supuesta directora de la escuela. Al hablar con la tipa esa resultó que tampoco tenía idea de qué diablos estaba pasando y dijo que estaba en Mérida y tardaría una hora en llegar al mentado pueblo.

Estuvimos como idiotas hasta que llegó la directora y por fin pudimos instalar la casilla. El caso es que empezamos hasta las once y media. Durante la votación no pasó nada... no hubo yucas locos con machete ni nada por el estilo.

A las tres de la tarde cerramos la casilla y empezamos a hacer el conteo y llenar las actas. Salimos del mugroso pueblo ese hasta las cinco, y cuando me dieron la comida no quise ni ver qué era... no quería ver más pelos.

Llegamos al palacio municipal de Mérida y como yo era la "Presidenta de la Mesa de Recepción de Votos", me tocó entrar y entregar el paquete electoral con apretón de mano por parte de no sé quién diablos.

El chofer nos llevó de regreso a la Facultad y cuando iba a encender el carro se me ocurrió revisar las llantas... otra vez estaba ponchada.

Sentí ganas de llorar, pero nada más me enojé y le llamé a mi papa... no estaba en casa y celular apagado... típico. Hablé con el encargado del estacionamiento y me dijo que podía dejarlo ahí y mañana ir por él, así que lo cerré y caminé triste hacia la parada del autobús... el condenado tardó en llegar más de media hora, menos mal que traía mi paraguas.

Llegué a mi casa a las ocho y media, triste, cansada y con dolor de cabeza.

Pinche día.


















Música de: Manu Chao - Rainin' in Paradize

1 Comentarios:

coto dijo...

Yo igual me inscribi a eso pero a la mera hora me dio flojera ir y me dormí, pues ya será para la proxima.