Cuando despiertas, y vuelves a despertar, y nuevamente despiertas… creo que es hora de aceptarlo: dormir no es para ti. No importa lo cansada que estés, no importa si has estado despierta desde las cinco y media de la mañana, fuiste a la escuela, hiciste el trabajo de tu papá, caminaste en el infernal centro de la bonita ciudad donde vives, esquivaste autos, gente cargando bultos enormes, charcos de algo que no es agua, peatones que se quedan parados a media intersección, … nada de eso importa porque cuando llegas a la cama no haces más que dar veinte mil vueltas en ella. Dan las cinco y media de la mañana otra vez y no queda más que seguir, así, en vivo.
Así se veía el cielo cuando me fui a la escuela…
Cuando salí de la escuela fui al puerto. Odio ir al puerto… no me gusta el olor. Como no me acerqué a la playa, sólo tomé foto de una laguna fea que encontré en el camino.
4 Comentarios:
Dime costeño, pero yo extraño el aroma a brisa salada de mi rancho =(
Ash, amargadita divertida, deberías bajarte del auto y respirar un poco de la brisa del mar, así se te va a quitar el mal genio. jijjijiijiji
ah sí y me sigues debiendo un café ¬¬
y aunque no te guste .. Besito :*
Nah, está bien, Vailongo... sucede que yo no logro acostumbrarme a ese olor.
Y tú una marquesita, Luis. Ah, y sin besos... ptrr.
El agua de mar lo cura todo, haz unos buches y vas a ver que hasta te va a gustar el olor.
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