Haaalp!

La otra noche estaba muy tranquila estudiando para mi examen de Administrativo, y ya como a la una y media de la mañana me disponía a ir a dormir. En eso andaba cuando de repente vi una cosa bien gigante caminando hacia el tocador... bwaaa, era una araña peluda bien horrible y tenebrosa. Le vacié casi todo el bote de insecticida, y a la condenada no pareció molestarle demasiado, pues siguió caminando con singular alegría mientras yo les gritaba a mi papá y a mi hermano para que me auxiliaran, pero ninguno de los dos me hacía caso.

Mientras gritaba y huía del bicho, tuve tiempo de tomarle fotos antes de que llegara mi papá con la mortal escoba.

Ya no quiero vivir en este pueblo.