Ya regresé a Mérida

Fui al defe a ver a Matilde, quien no tiene residencia fija, pues pasa unos días en California, otros en Arizona, luego Tijuana, a veces anda en el DF y cuando le da la gana, se va a Michoacán.

La cosa es que fui a verla porque llegó de California y pues mi hermana y mi mamá me mandaron unas cosas, así que pude abrazar a mi abuela y recibir cosas lindas que me mandaron de los estates.

En el defe no hice gran cosa. Acompañé a Matilde a ver los trámites de su casa y a hacerse un chequeo médico (si acaso les interesa, está re bien, así que tengo abuela para rato). No me quedé más tiempo porque Matilde se va mañana a Michoacán y quién sabe hasta cuando regrese, y la verdad yo no tenía nada más que hacer allá.

En fin… cuando iba en el avión y se oyó por el altavoz un señor diciendo “si voltean hacia el lado izquierdo, podrán ver el volcán Popocatépetl” busqué mi cámara y… pues no estaba, así que no hay fotos, vaia biem.

Y ya, regresé hoy en la mañana y mi cuarto estaba hecho un desmadre, así que me puse a limpiar y ya estando en eso, se me ocurrió mover los muebles. Estuve todo el día arreglando mi librero, que tiene muchas cosas que no sirven, pero no las quiero tirar.

Revisando cajones, llegué a uno donde (vaya usté a saber por qué diablos) guardo bolsas de plástico y pensé que era espacio desperdiciado, entonces, sin intención alguna de revisarlas antes de tirarlas, tomé una al azar para meter todas las demás y al abrirla encontré un billete de doscientos pesos… qué cosas.