Mis vecinos son del diablo. No me había dado cuenta porque creo que, de toda la cuadra, soy la primera que se levanta en la mañana para largarse a la escuela, pero definitivamente son del demonio.
Hoy como a las ocho y media de la mañana estaba cómodamente dormida con toda la maldita gripa que no me deja en paz, y la condenada vieja de enfrente (la misma que tiene como 23 perros de esos chiquitos feos bolas de pelos blancos [amarillos, porque no los baña muy seguido] que ladran día y noche sin razón aparente, pero a eso ya estoy acostumbrada) tenía a todo volumen su música del diablo… tenía a todo volumen a Vicente Fernández, WTF!
Me levanté toda enojada, por la música horrenda y por la gripa, y me puse a hacer algunas cosas aquí en la casa, luego estudié un rato y luego me estaba muriendo de sueño, así que me acosté a dormir como a las tres.
A las cinco me despertó un idiota que estaba tocando no sé qué madres de esas que tocan las bandas de guerra de la secundaria con un tambor… me levanté toda enojada, con ganas de gritarle por la ventana que dejara de hacer ese escándalo infernal, pero no hice nada porque… pues porque qué pena, pero estaba muy molesta.
Vecinos del diablo.
Son exactamente las 12:41 am y algún infeliz está escuchando a todo volumen a los temerarios.... o alguna mugre de ese tipo, y además tiene el descaro de cantar a gritos... qué desgraciado/a.
Música de: Belle and Sebastian - Another sunny day
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